Saturday, May 26, 2012

Celebramos la solemnidad de la Pascua de Pentecostés



Cristo resucitado también se hace presente en nuestras vidas en la medida en que somos coherentes con su mensaje de amor, un amor que ha de vencer todas las resistencias, todos los miedos y complejos.

Pentecostés, la celebración posterior a la Pascua, cincuenta días después, supone un nuevo impulso a la acción misionera, a la vida de la Iglesia, a la fe de cada persona creyente. El Espíritu viene en nuestra ayuda. Y la espiritualidad nos puede ayudar a ser más conscientes y coherentes.

¡Ven, Espíritu divino! Colma de paz mi corazón e impúlsame a hacer el bien para que mi vida se convierta en un constante milagro de fraternidad. 

Wednesday, May 16, 2012

The Church celebrates the 46th World Communications Day

We, the Daughters of Saint Paul, missionary sisters of the communications media, join the whole Church in the celebration of the 46th World Communications Day on May 20. It is the only worldwide celebration called for by the Second Vatican Council and is marked in most countries, on the recommendation of the bishops of the world, on Ascension Sunday, a week before Pentecost Sunday.

For this year’s theme, Pope Benedict XVI selected: “Silence and Word: Path of Evangelization.” In his annual message in this yearly communication event, he explains that “it concerns the relationship between silence and word: two aspects of communication which need to be kept in balance, to alternate and to be integrated with one another if authentic dialogue and deep closeness between people are to be achieved.”

In a time when messages and information are plentiful – the Pope says - silence becomes essential if we are to distinguish what is important from what is insignificant or secondary. He mentions the role of search engines, social networks and the internet and pointed out that people today are frequently bombarded with answers to questions they have never asked and to needs of which they were unaware.
And he says that amid the complexity and diversity of the world of communications many find themselves confronted with the ultimate questions of human existence: Who am I? What can I know? What ought I to do? What may I hope?

It is important – the Pope continues- to affirm those who ask these questions, and to open up the possibility of a profound dialogue, not only by means of words and interchange, but also through the call to silent reflection, something that is often more eloquent than a hasty answer and permits seekers to reach into the depths of their being and open themselves to the path towards knowledge that God has inscribed in human hearts”.
So, the Pope points out that attention should be paid to the various types of websites, applications and social networks as well as making space for silence and occasions for prayer, meditation or sharing of the word of God.

In conclusion, Pope Benedict says “learning to communicate is learning to listen and contemplate as well as speak. This - he explains - is especially important for those engaged in this task of evangelization”.

Tuesday, May 8, 2012

María, fuente de nuestra vida misionera

Cuántas veces, en el camino de nuestra vida como discípulas de Jesús, se cruzó un ángel que nos dijo: “Alégrate, el Señor está contigo”, cuántas veces sentimos ese Amor que nos busca, que sale a nuestro encuentro, que toca a la puerta de nuestro corazón. Pero no siempre estamos dispuestos a entregarnos a Dios como lo hizo María. Tal vez nos queda mucho que profundizar en su amor, en ese amor que es el camino para construir una sociedad más justa, solidaria y fraterna. Todos estamos llamados a traer a Jesús al mundo cada día y ser, como María, fuente de nuestra vida y de todas las personas en este mundo.


Rezamos juntos esta oración escrito por el Beato Santiago Alberione, fundador de la Familia Paulina.

Oración a la Reina de los Apóstoles:
Te doy gracias, Jesús misericordioso, por habernos dado por madre a María; y te doy gracias a ti, María, por haber dado a la humanidad al Maestro divino, Jesucristo, camino, verdad y vida; y por habernos aceptado a todos como hijos en el Calvario. Tu misión está unida a la de Jesús, que “ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido” (Lc 19,10). Por eso, yo, agobiado por mis pecados, ofensas y negligencias, me refugio en ti, madre, como esperanza suprema.


Vuelve a mí tus ojos misericordiosos; tus cuidados más maternales sean para este hijo enfermo. Todo lo espero por tu intercesión: perdón, conversión y santidad.

Forma entre tus hijos una nueva clase: la de los más infelices, en los que abundó el pecado donde había abundado la gracia. Será la clase que más te conmoverá. Y recíbeme en ella.

Realiza el gran milagro de transformar a un pecador en apóstol. Será un motivo de gloria para tu Hijo Jesús y para ti, madre suya y mía. Todo lo espero de tu corazón, madre, maestra y Reina de los apóstoles. Amen.