Saturday, February 4, 2012

Celebramos dos aniversarios de Maestra Tecla Merlo en este mes de febrero

Teresa Merlo nació en Castagnito de Alba (Italia) el 20 de febrero de 1894. Pasó sus primeros años en el ámbito familiar y parroquial, comprometida en la catequesis.

A los 21 se encontró con el P. Santiago Alberione, fundador de la Familia Paulina, quien la invitó a formar parte del primer grupo de las futuras Hijas de San Pablo. Con esa docilidad que dispone el corazón a la voluntad de Dios, aceptó la invitación con fe y sencillez.

En 1922, junto con otras jóvenes, emitió los votos privados y fue nombrada superiora general por el mismo Fundador. Con su ejemplo, su palabra y su oración, supo dirigir y sostener a sus hijas en la nueva vocación que Jesús Maestro les encomendaba en la Iglesia.

Religiosa irreprensible y a la vez moderna, sensible a los cambios y necesidades de la sociedad, animó a las Hijas de San Pablo a emprender constantemente nuevas iniciativas apostólicas, a abrir nuevos centros de difusión de la verdad, a través de los modernos instrumentos de comunicación social: prensa, radio, cine, televisión, audiovisuales, discos, que ella consideró siempre como medios de evangelización. Todo, con un único fin: la gloria de Dios y el bien de los hombres.

Leyó con profundo gozo el documento conciliar Inter mirifica ?del que podría considerarse precursora?, en el que vio una posterior confirmación eclesial del Instituto.

Después de ofrecer su vida por la santificación de todas las Hijas de San Pablo, murió el 5 de febrero de 1964, dejando a la congregación un patrimonio inagotable de enseñanzas y un camino seguro en la Iglesia de Dios.

De sus escritos:

«También aquí en la tierra tenemos el paraíso. Hay que saber encontrarlo, y sobre todo vivir en él: es Jesucristo».
 «La piedad debe llevarnos a configurar con Jesús Maestro, camino, verdad y vida, todos nuestros pensamientos, nuestros afectos, nuestra voluntad, y nuestros deseos».
 «Que cuando viene a nosotros, Jesús nos encuentre con el corazón lleno de caridad y de amor, capaces de amar a los demás como él nos ha amado a nosotros».
 «Hagamos todo con la Virgen: con la Virgen todo es más fácil, todo se hace más a gusto»
 «Debemos tener un corazón universal como el de san Pablo. Imitemos su amor: el se hacía todo a todos. Tenía un corazón delicadísimo con todos».
 «Con la radio se realiza lo que Dios dice en la sagrada Escritura por boca del profeta: mi palabra se escuchará en todo el mundo». 
«Fiémonos de Dios. Nada sucede sin que el Señor lo quiera o lo permita».
 «Toda nuestra vida debe gastarse por Dios».
«Todo es nada, excepto la santidad».
«Todo pasa, excepto el paraíso».

Oración:

Santísima Trinidad, te doy gracias por los singulares dones de luz, de gracia y virtud que has concedido a la venerable sor Tecla Merlo, y por haberla elegido y constituido como madre sabia y guía segura de las Hijas de San Pablo. Por su intercesión, concédeme vivir sus grandes amores: Jesús Maestro eucarístico, el evangelio, la Iglesia y los hombres, a quienes ella buscó y sirvió hasta el sacrificio total, mediante la evangelización con los instrumentos de comunicación social. Si entra en los designios de tu sabiduría, realiza en la tierra, con esta fidelísima hija de san Pablo, tu divina promesa: «A quien me sirve, le dará gloria mi Padre». Glorifica a esta sierva fiel para gozo de la Iglesia y para bien de muchas almas y, por su intercesión, concédeme lo que ahora te pido...

Gloria al Padre… Ave María… 

 A quien obtenga gracias y favores por intercesión de la venerable Tecla Merlo informar a la SUPERIORA GENERAL de las Hijas de San Pablo. Via S. Giovanni Eudes, 25 - 00163 ROMA, ITALIA.

1 comment:

Sr. Alice said...

To all our Pauline missionaries,

I wish to greet all of you as we commemorate two significant anniversaries of our dear Sister Thecla Merlo: her death anniversary (February 5) and her birth anniversary (February 20).

We believe that she is present with us in our day to day life, but especially accompanying us in all our missionary activities, in the place where we had been sent by God.

Let us entrust to God, through her intercession, all our concerns, be it personal, apostolic or communitarian.

And may her words always resound in our ears to encourage us as she said: "Ever onward, Daughters of Saint Paul!"

Happy celebration to all!